lunes, 14 de febrero de 2011

Manuel López Galán. Interior.

Hoy en día el tiempo es observado con más frecuencia que hace unos años, la tendencia es al alza, según el instituto de estadística de no se donde. Me encuentro fascinado por estar escribiendo algo que no sirve para pedir algún tipo de ayuda económica o modelo 300 y pico para hacienda. Simplemente escribo sobre una palabra, interior, sin prestar atención a las manillas del reloj ni a los comentarios sobre la crisis.
Tiene gracia que reflexionando y buscando palabras adecuadas mientras escucho el ronroneo de mi ordenador, escribo sobre la palabra interior recurriendo al mío. Pero así es, se podría decir que escribo sobre el, o que estoy hablando con él o que al menos lo escucho y ya se me había olvidado lo difícil que es entenderle.
Resumiendo un poco esto es lo que viene a decirme:

La palabras siguen siendo teniendo una esencia, y a pesar de los intentos marchitos por descifrar dicho contenido, lo profundo, el interior, sigue siendo una muralla a las definiciones objetivas.
La subjetividad es el alma, y los sujetos mantenernos esa esencia intacta en el lugar que mejor define objetivamente nuestra palabra de hoy. Interior, palabra que esconde en sí misma su propia naturaleza de adjetivo.

En mi intento por recalcar la subjetividad como algo notable y genuino, intentaré explicar lo que la esencia de la palabra interior despierta en mí, aún a sabiendas d que se podría encontrar en las redes de la objetividad, más comunmente llamada Wikipedia.

El exterior es lo que percibimos sin obstáculos, de una forma más directa, pero está siempre influenciado por el mundo exterior y las inclemencias del entorno. Al final se vuelve aspero e inalterable hacia elementos externos. El interior es cálido, acogedor y frágil, y su vulnerabilidad es tal que a penas se expone su condición pasa a ser como la antagonista.

La humanidad siempre ha entendido los conceptos si se explicaban a la vez que a su antagonista, como el cielo y el infierno, y en este caso a mi me pasa lo mismo. Asombrosamente todo exterior tuvo alguna vez un interior y la finalidad de los interiores es mostrarse al exterior para que nos maravillemos de su esencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario