martes, 5 de abril de 2011

Ibérico. José Molano.

Tiempo atrás era el amo de la noche. Hoy, arrellanado en un lúgubre rincón del Pub, acompañado por su mejor amigo, le whisky, mártir de modas y de esta mutación de los tiempos, pasa las horas de esta aciaga velada, absorto, en la contemplación de una foto de Marilyn que cuelga de la pared. Todo a su alrededor es superfluo para él. Ahora todo gira entorno a salidas de armarios, cremas, piercing, depilaciones, drogas de diseño y demás frivolidades marcadas por televisiones y no se cuantas logaritmos neperianos. Hoy por hoy, ningún estamento, asociación o demás farándula, se ha preocupado por la supervivencia de este especimen en vías de extinción: el macho Ibérico.

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